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TRANSPARENCIA, ÉTICA Y GOBERNANZA: ESTRATEGIAS DE
PREVENCIÓN PARA LA
CORRUPCIÓN
TRANSPARENC Y, ETHICS AND GOVERNANCE: STRATEGIES
FOR PREVENTING CORRUPTION
Daniel Guajardo Espinoza1
Resumen
El tema de la corrupción y su
prevención no es nuevo, es ampliamente discutido y preocupación de
organismos y autoridades nacionales e internacionales
—Banco Mundial, Organización de las
Naciones Unidas, Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, Contraloría General de la República, entre otros—.
Actualmente, se muestra que, a pesar de los esfuerzos, no ha sido
posible mejorar indicadores como el indicador de percepción de la
corrupción, el promedio mundial permanece sin cambios durante más
de una década en solo 43 de cada 100. A pesar de los esfuerzos realizados y beneficios
alcanzados por algunos, 155 países no logran avances significativos
contra la corrupción o han disminuido desde 2012. Se hace necesario
entonces comprender los mecanismos y estrategias que pudieran
apoyar a optimizar el indicador de percepción de la corrupción a
nivel nacional. Chile se ha mantenido desde el año
2021 en la puntuación de
67/100 y en el rango de 27/180.
El documento obedece a la revisión de
información referente a transparencia, ética y buena gobernanza,
como pilares de estrategia para mitigar la corrupción, a través de
la revisión y análisis bibliográfico. Se indica así que la
convergencia de la estrategia mencionada da forma a un entorno en
el cual la corrupción se vuelve menos tolerada y más susceptible de
ser identificada y prevenida, ya que, cuando las entidades adoptan
políticas y prácticas que promueven los temas a saber, se cimenta
un sólido fundamento para la reducción de la corrupción, al tiempo
que se eleva la percepción de integridad tanto a nivel nacional
como internacional.
Palabras
clave: corrupción – ética –
estrategias – gobernanza – transparencia
1 Estudiante de Auditoría de la Universidad de
Valparaíso.
Abstract
The issue of
corruption and its prevention is not new, it is widely discussed
and is a concern of national and international organizations and
authorities —World Bank, United Nation, Organisation for Economic
Co-operation and Development, Office of the Comptroller General of
the Republic, among others—. Currently, it is shown that, despite
the efforts, it has not been possible to improve indicators such as
the corruption perception index, the world average remains
unchanged for more than a decade at only 43 out of 100. Despite the
efforts made and benefits achieved by some, 155 countries do not
achieve significant progress against corruption or have decreased
since 2012. It is therefore necessary to understand the mechanisms
and strategies that could help to optimize the corruption
perception index at the national level. Chile has remained since
2021, in
the score of 67/100 and the range of 27/180,
The document
responds to the review of information regarding transparency,
ethics
and good governance, as pillars of strategy to mitigate corruption,
through bibliographic review and analysis. It indicates that the
convergence of the aforementioned strategy shapes an environment in
which corruption becomes less tolerated and more susceptible
to be identified and prevented, since, when entities adopt policies
and practices that promote the issues to know, a solid foundation
for the reduction of corruption is cemented, while raising the
perception of integrity both nationally and
internationally.
Keywords: corruption – ethics – strategies – governance –
transparency
1.
Introducción
Sin duda, temas como la
transparencia, la ética y la buena gobernanza se han
convertido en estrategias fundamentales
para mejorar
el indicador de percepción de la corrupción logrando disminuir la corrupción en una
nación u organización, pero el cuestionamiento sigue en el
colectivo, a pesar de los esfuerzos sociales, políticos,
económicos, culturales, medioambientales y otros, aún no se logra
reducir actos ilícitos que
ocurren al interior de organizaciones públicas y empresas privadas. Por otro lado, se tiene
resultados de estudios realizados por Transparencia Internacional,
movimiento que trabaja en más de cien naciones y que, a partir de 2022 publica en su web el
índice anual de percepción de la corrupción, que se ha convertido en el estándar para los
gobiernos nacionales, organizaciones intergubernamentales,
empresas, tomadores de decisiones y periodistas de todo el mundo
para medir los niveles de corrupción en el sector
público.
El presente estudio entrega la mirada
de tres pilares que pueden considerarse complementarios entre sí y
cuya combinación sería una estrategia ideal para reducir la
corrupción y apoyar en la lucha mundial que llevan las naciones.
Ellos son la transparencia, la
ética y la buena gobernanza.
Como propósito general se establece
realizar un análisis bibliográfico de las tres dimensiones
mencionadas y como estas se han convertido en fundamentales para el
mejoramiento del indicador de percepción de la corrupción y
aumentar la confianza en los estamentos públicos de parte de la
sociedad. Se mencionarán las consideraciones finales que se
cree muestran desafíos
y oportunidades que tienen los países, sus gobiernos e
instituciones públicas para detener los actuales niveles de corrupción.
2.
Desarrollo
Como se ha mencionado, la corrupción
es un problema grave en muchos países y organizaciones, es por ello
que se releva la significancia que tiene este término en los
estudios realizados por distintos autores, ya que manifiestan de
alguna manera que el accionar humano no acorde a las normas
vigentes hace que se produzcan beneficios solo para algunos sin
pensar en el colectivo.
Diversas acepciones del concepto
corrupción se han venido desarrollando; se mencionarán a
continuación aquellas que interpretan con mayor exactitud la base
de este estudio para poder analizar las estrategias para
aminorarla.
Robert Klitgaard (1990) define a la
corrupción como «el abuso del poder público con fines privados».
Por su parte, Heidenheimer y Johnston
(2002) describen la corrupción en términos políticos: «manipulación indebida de procesos
políticos y toma de decisiones
para obtener beneficios personales o partidistas».
Para Galli la corrupción «es un
fenómeno que altera o trastoca la forma de alguna
cosa. Pero puede referirse a
realidades materiales o morales… Hay formas de corrupción de las
cosas materiales y otras formas de corrupción de las acciones
morales» (Galli citado en
Estévez, 2005).
En sus palabras Estévez (2005)
concluye que «la corrupción será toda acción u omisión de un actor,
que confunda lo público con lo privado, a los efectos de
obtener algún beneficio
personal».
Según Transparencia Internacional, la
corrupción es el abuso del poder encomendado para beneficio personal. Implica actos ilegales y
no éticos, como el soborno, el nepotismo y la malversación de
fondos públicos. La lucha contra la corrupción se basa en la promoción de la transparencia y la
rendición de cuentas, así como
en la promoción de estándares éticos en todos los niveles
de la sociedad.
También se pueden señalar que estos
organismos internacionales, tal como se presenta en la figura 1, se
han preocupado de ir estableciendo mecanismos para evitar,
disminuir la corrupción o mejorar el indicador de la percepción de
la corrupción.
Se aclara que la presente revisión
bibliográfica se focalizará en tres mecanismos que se consideran con mayor relevancia y de
alguna manera incluyen unos u otros de los mencionados en la figura 1.
Para el Banco Mundial:
La corrupción es un fenómeno que
socava la ética y la buena gobernanza en la gestión de recursos públicos. La promoción de
la ética y la integridad en la
Administración pública es esencial para prevenir y combatir la
corrupción y garantizar una toma de decisiones justa y transparente
(Banco Mundial, 2020).
Según las Naciones Unidas:
la corrupción se combate a través de
la promoción de la transparencia y la apertura en la gestión pública. La
transparencia implica la divulgación de información y la
participación ciudadana en la
toma de decisiones, lo que reduce la oportunidad de actos corruptos
(Organización de las Naciones Unidas, s.f.).
En opinión del Banco
Interamericano de Desarrollo (2015),
«la buena gobernanza
es fundamental para prevenir
la corrupción. Incluye la existencia de instituciones sólidas,
independientes y transparentes, así como la promoción de una
cultura ética en la
administración pública y privada».
Estas definiciones resaltan cómo
la corrupción
está intrínsecamente relacionada con la falta
de ética, la opacidad en la gestión y la mala gobernanza. Se vuelve
a confirmar que las estrategias de transparencia, ética y buena
gobernanza son herramientas clave para prevenir y combatir la
corrupción y promover prácticas más íntegras y responsables en la
sociedad y en las instituciones. Es importante señalar que cada una de estas estrategias
focalizan aspectos que son indispensables tomar en consideración al momento de gestionar
las entidades públicas y
privadas, dando cumplimiento a la normativa vigente, prevenir
riesgos asociados a
actividades críticas y alcanzar los objetivos definidos en los
planes de desarrollo
institucionales.
3.
Transparencia
De acuerdo con la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la transparencia es un concepto relacionado con la
posibilidad de que la información real de una empresa, gobierno u organización puede
ser consultada por los
diferentes sujetos afectados por ella, de tal modo que estos pueden
tomar decisiones con
conocimiento de causa y sin asimetría de información
(Perramon Costa,
2013).
Según Lizcano Álvarez:
la cualidad de un gobierno o
institución de ser abierta en la divulgación de información,
normas, planes, procesos y actuaciones permite, en el caso de las
entidades públicas, que los
ciudadanos puedan conocer lo que hacen —y cómo lo hacen— estas
instituciones que les representan y a las cuales financian, y de
esta forma podrán ejercer en mayor medida su derecho a ejercer un
control democrático sobre las mismas (Lizcano Álvarez, 2015).
Esto va en directo fortalecimiento de
las democracias. Así la transparencia implica divulgar información de manera clara y
comprensible para que el público pueda entender y evaluar las
acciones y decisiones de la entidad en cuestión. «La
transparencia es el principio
fundamental que promueve la rendición de cuentas y la confianza en
las instituciones públicas y privadas. Implica proporcionar
información precisa, oportuna y accesible al público en general»
(Organización de las Naciones
Unidas, s.f.).
A modo de resumen, se tiene que la
transparencia es el principio y la práctica de proporcionar acceso
abierto y claro a la información, procesos y decisiones
gubernamentales y empresariales. Implica la divulgación proactiva
de datos relevantes y la
disponibilidad de información que permite a la sociedad y a los
interesados entender y supervisar las acciones de las instituciones
y organizaciones. La
transparencia es esencial para prevenir y combatir la corrupción,
ya que permite una supervisión efectiva y la rendición de cuentas
de las actividades públicas y
privadas.
Ahora se muestra la estrategia de la
ética como una metodología a tener en cuenta para mejorar los indicadores de la
corrupción.
4.
Ética
La ética se refiere al conjunto de
principios y valores morales que guían el comportamiento humano. Implica actuar de
manera justa, honesta y
responsable en todas las situaciones, considerando el impacto de
nuestras acciones en los demás y en la sociedad en su conjunto. Se
puede mencionar otro concepto de la ética que se relaciona con la
transparencia necesaria para disminuir la corrupción,
la ética en la transparencia exige
que la información se comparta de manera honesta y completa, sin ocultar hechos relevantes ni
distorsionar la verdad. Esto contribuye a la construcción de la
confianza y la credibilidad en las instituciones y gobiernos
(Victoria, 2018).
Una empresa se considera ética si
adopta una postura ética como estrategia empresarial, es decir,
actuar honestamente con todos aquellos que tienen algún
tipo de relación con ella, las
partes interesadas.
Otra definición de ética, conectada
con la buena gobernanza esperada, es la del Centro de Ética Pública y Buen Gobierno, la que
indica que la ética en la buena gobernanza se traduce en decisiones políticas y
administrativas basadas en la justicia y el bien común. Esto
requiere que los líderes gubernamentales actúen de manera honesta y
responsable en beneficio de todos los ciudadanos. Lo anterior
indica que la ética en la buena gobernanza se refiere a la adhesión
a principios éticos en la toma de decisiones y la gestión de
recursos públicos. Implica
actuar de manera justa y responsable para promover el bienestar
general y la equidad en la
sociedad.
Según el Instituto de Ética y
Liderazgo, la ética y la rendición de cuentas son
pilares fundamentales de la
buena gobernanza. Los líderes deben ser conscientes de su
responsabilidad moral y estar dispuestos a rendir cuentas ante la
sociedad por sus acciones,
promoviendo así una toma de decisiones transparente y
justa.
Se puede resumir entonces que estas
definiciones y citas enfatizan la importancia de la ética en la promoción de la transparencia
y la buena gobernanza, y cómo estas prácticas éticas contribuyen al
fortalecimiento de las instituciones, la confianza pública y la democracia.
5.
Buena gobernanza
Se destaca la definición del Banco
Mundial:
la buena gobernanza implica un
proceso de toma de decisiones transparente y responsable que beneficie a toda la sociedad.
Esto se logra a través de la
participación activa de los ciudadanos, la rendición de cuentas de
los líderes y la promoción de la igualdad y la justicia (Banco Mundial, 2020).
Esta definición de la buena
gobernanza se refiere a un conjunto de prácticas y principios que
promueven la toma de decisiones efectiva, transparente y
responsable en los ámbitos gubernamentales y
organizacionales.
En la figura 2 se categorizan cada
una de estas estrategias y se resaltan los aspectos de mayor
importancia que las relacionan.
Para el caso de la transparencia se
resalta lo siguiente:
a)
Acceso a
la información: la
transparencia implica que la información relacionada con la toma de decisiones y el uso de
recursos públicos esté disponible y accesible al público. Esto
implica poder supervisar y evaluar las acciones de las autoridades e
instituciones.
b)
Rendición
de cuentas: la transparencia
fomenta la rendición de cuentas, ya que los funcionarios y las
organizaciones son conscientes de que sus acciones y decisiones son
públicas. Saben de su responsabilidad.
Para la ética se puede
destacar:
a)
Cultura
organizacional: fomentar una
cultura ética en las organizaciones y en la sociedad en general es
esencial. Esto implica promover valores como la integridad, la
honestidad y la responsabilidad en todas las interacciones y
actividades.
b)
Capacitación en ética: proporcionar capacitación en ética a funcionarios
públicos y empleados de
empresas puede ayudarles a comprender la importancia de actuar de
manera ética y a reconocer situaciones de corrupción.
Para la buena gobernanza se
realza:
a)
Independencia judicial: garantizar la independencia del poder judicial es crucial para
asegurarse de que los actos de corrupción sean investigados y
juzgados de manera justa y sin
interferencia política.
b)
Transparencia en la toma de decisiones: las políticas y decisiones gubernamentales deben ser tomadas de
manera transparente y basadas en principios
de buena gobernanza, como la participación ciudadana y la
evaluación de
impacto.
c)
Supervisión y fiscalización: establecer organismos independientes de supervisión y
fiscalización contribuye a prevenir y detectar la corrupción en
el gobierno y en las
empresas.
La combinación de estos elementos
crea un entorno en el cual la corrupción es menos tolerada y más
fácil de detectar y prevenir. Cuando las instituciones
gubernamentales y las organizaciones privadas adoptan políticas y
prácticas que promueven la transparencia, la ética y la buena
gobernanza, se establece una
base sólida para reducir la corrupción.
6.
Consideraciones finales
El problema de la corrupción es una
preocupación tanto a nivel nacional como internacional y, a pesar de los esfuerzos
realizados, los indicadores de percepción de la corrupción no
mejoran, las estrategias de transparencia, ética y buena gobernanza
se destacan como pilares fundamentales para prevenir y combatir la
corrupción. Estas estrategias no solo son complementarias entre sí,
sino que también se refuerzan mutuamente en la lucha contra la
corrupción.
La transparencia implica proporcionar
acceso abierto y claro a la información, lo que permite a la sociedad supervisar y evaluar las
acciones de las instituciones y organizaciones. La rendición de
cuentas se fomenta a través de la transparencia, ya que las
personas son conscientes de que sus acciones son públicas y pueden
ser responsables de cualquier
comportamiento corrupto.
La ética se centra en promover
valores como la integridad, la honestidad y la responsabilidad en todas las interacciones y
actividades. Esto incluye la promoción de una cultura ética en las
organizaciones y la capacitación en ética para que los funcionarios
públicos y empleados comprendan la importancia de
actuar de manera
ética.
La buena gobernanza implica un
proceso de toma de decisiones transparente y responsable, con la
participación ciudadana, la independencia judicial y la supervisión
y fiscalización efectivas. Estos principios son esenciales para
prevenir y detectar la corrupción en el gobierno y en las
empresas.
La convergencia de estas estrategias
crea un entorno
en el cual la corrupción se vuelve menos tolerada y más
susceptible de ser identificada y prevenida. Cuando las entidades
gubernamentales y privadas adoptan políticas y prácticas que
promueven la transparencia, la ética y la
buena gobernanza, se sientan
las bases para la reducción de
la corrupción y la mejora de la percepción de integridad tanto a
nivel nacional como internacional.
7.
Referencias
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